Reconocibles por su fina estampa de hierro galvanizado, esas estructuras livianas, estilizadas y fuertes a la vez de silueta tan característica, jalonan cada tanto el escenario de nuestras pampas.
Forman hoy parte del paisaje rural y son tan necesarios como icónicos y reconocibles.
Un molino de viento de aguada es una estructura que convierte la energía eólica en energía rotacional con el fin principal de extraer agua del subsuelo.
Opera por medio de paletas llamadas aspas (tienen forma de hélices como las de un avión) que transforman la energía cinética del viento en energía mecánica (movimiento).
Las aspas trasladan la energía a través de un engranaje a un mecanismo que acciona una bomba sumergida que extrae agua de las napas subterráneas y la eleva hasta la superficie.